El mindfulness, o atención plena, es una práctica que implica enfocarse de manera consciente y sin juicio en el momento presente. Se basa en la observación de pensamientos, emociones y sensaciones físicas con aceptación y curiosidad. Al cultivar esta atención plena, las personas pueden mejorar su capacidad para manejar el estrés, aumentar la claridad mental y promover el bienestar emocional. Esta técnica se utiliza tanto en contextos terapéuticos como en la vida diaria para fomentar una mayor conexión con uno mismo y con el entorno, facilitando una respuesta más equilibrada y consciente ante las experiencias diarias